Oct 25 / Mafer Terán

¿Cómo identificar tus intereses para triunfar en la vida?

Encontrar el propósito de la vida no es fácil. O por lo menos no lo es para todos. Algunos saben desde muy jóvenes a qué se quieren dedicar cuando sean grandes y lo consiguen. Otros se debaten entre distintos gustos e intereses y cuando deben elegir su camino, se sienten confundidos, deciden mal o saltan entre varias rutas durante algún tiempo.

Por suerte hay maneras de saber para qué somos buenos, qué nos apasiona y hacia dónde debemos dirigirnos para tener éxito en la vida. Vamos a contarte algunas. 

¿Cómo identificar tus intereses profesionales?

Desde tests y pruebas vocacionales hasta metodologías de libros más libres y personales como “Encuentra tu Ikigai”, la idea es probar hasta sentirte seguro con tu decisión.

No importa cuál elijas, todas nos ayudan a conocernos y hacernos preguntas como: ¿qué es lo que más nos gusta hacer en tus tareas diarias y tiempo libre? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? ¿En qué actividades te sientes cómodo y en cuáles no?

La felicidad de hacer lo que haces es importante y retomando de nuevo el concepto japonés del Ikigai, que hace alusión a “sentirse realizado”, la energía y alegría de las personas que transitan la vida sabiendo cuál es su propósito es lo que las hace triunfadoras.

Por otro lado, sentir interés y curiosidad por algo define en buena manera tu propósito, ya que eso te dirá si lo que quieres lo harás con pasión o de manera mecánica. A veces esos intereses están latentes en nuestra vida desde pequeños y otras, algún suceso de la vida adulta los dispara; lo importante es que los identifiques y analices de qué manera puedes ponerlos en práctica de manera profesional. 

Así mismo, entre esas cosas que nos interesan existen varios niveles y es importante saber cuáles debes priorizar y cuáles ubicar en un lugar secundario. Para esto, puedes hacer una lista y dividirlos de esta manera:

  • Intereses primarios: son actividades que nos inspiran y emocionan, esas cosas que hacemos sin esfuerzo ni procrastinación; esas a las que podemos dedicarnos sin pensar en el paso del tiempo.
  • Intereses secundarios: esas actividades que nos llaman la atención pero sabemos que no dedicaremos nuestra vida profesional a ellas por parecernos poco lucrativas o de acción limitada. 

Una vez los tengas identificados, pregúntate con cada uno de ellos:

  • ¿Ganarías dinero por dedicarte a esta actividad?
  • ¿Te importaría no ganar dinero por elegirlo?
  • ¿Cuál sería tu aporte a los demás?
  • ¿Podrías tener equilibrio entre lo personal y lo profesional?
  • ¿Crees que es una actividad para realizar a largo plazo o solo un interés pasajero?

Respondiendo estas preguntas, irás afinando el resultado para llegar a ese camino vocacional que estás buscando.

¿Cuáles podrían ser algunos intereses profesionales?

Te gusta hacer muchas actividades y tienes varios hobbies, pues aunque no lo creas, muchos de ellos se relacionan con tu vida profesional. ¿No sabes cómo conectarlos? Te damos algunos ejemplos:

  • Practicas deportes en equipo: si eres un fanático del fútbol, el voley o el basquet, estás entrenado en para trabajar en equipo, ser colaborativo y ser un buen líder.
  • Amas los juegos de roles y pensamiento lógico: si armas un cubo rubik en minutos o puedes cranear complicados planes en los juegos, posiblemente eres un genio de las estrategias. 
  • Prefieres hacer deporte solo: montar en bici, nadar, hacer trekking o entrenar en el  gym son tus debilidades, tienes un fuerte sentido de la superación, la disciplina y la perseverancia. 
  • Lo tuyo son las actividades artísticas: ¿siempre has practicado danza, tocas un instrumento (o varios), pintas o cocinas? Eres una persona con alta coordinación, buena memoria y creatividad desbordada.
  • Te encanta escribir y charlar de diferentes temas: Eso te hace un profesional comunicativo y bueno para organizar ideas.
  • Tomas fotos todo el tiempo y siempre dibujas en cualquier servilleta: Eres una persona observadora y creativa. 
  • Te crees ajedrecista ruso: jugar ajedrez, hacer crucigramas o armar rompecabezas te da excelentes capacidades analíticas y de resolución de problemas. 
  • Eres el Techie y Geek del grupo: bueno, eso significa que eres bueno para la tecnología y capaz de aprender y adoptar nuevos programas y plataformas. 
  • Te consideras un espíritu “zen”: practicar Yoga, pilates, taichi o meditación te han entrenado en la concentración y el autocontrol.

Conocer tus intereses te convierte en un profesional mucho más competente, empieza a descubrirlos o potencia los que ya sabes que tienes. ¡El momento es ahora!