Nov 10 / Mafer Terán

Cómo mejorar la vulnerabilidad en el desarrollo personal mediante la resiliencia

Una de las palabras que más se ha puesto de moda durante los últimos años es resiliencia, o la capacidad de una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un accidente, etc.

La resiliencia nos hace más fuertes y nos ayuda a avanzar aun después de situaciones dolorosas o difíciles, y también entre más resilientes somos más vulnerables podemos mostrarnos. ¿Cómo así, la vulnerabilidad no es contraria a la resiliencia? ¿acaso la vulnerabilidad no es sinónimo de debilidad?

No. La resiliencia es una parte de la vulnerabilidad porque ese riesgo a sentirnos heridos o burlados es una sensación que aparece en muchos aspectos de la vida y si sabemos manejarlo nos muestra tal como somos antes los demás, y nos despoja de las máscaras del deber ser de la sociedad.

Es que cuando la evitamos, nos frustramos y deprimimos más fácilmente; tratamos de controlar todo y eso nos genera ansiedad, nos impide conectarnos con otros, desarrollar nuestra creatividad, innovar, arriesgarnos a nuevos caminos, nos volvemos seres fríos que no expresan sus sentimientos por temor al qué dirán.

¿Cómo afrontar la vulnerabilidad y la resiliencia?

Entonces, ¿cómo podemos volvernos más resilientes siendo más vulnerables? Primero, dejando que la vida nos sorprenda en las buenas y en las malas, porque así podemos enfrentarnos a diversas situaciones y manejarlas asertivamente.

Cuando afrontamos una situación desde la vulnerabilidad le ponemos la cara al problema, lo sentimos, y es ahí cuando activamos nuestra batería resiliente para sobreponernos a él. Estamos abiertos a aprender, a sentir y somos flexibles, aceptamos el fracaso y desde ahí nos levantamos para reinventarnos.

Tips para fortalecer la resiliencia

  1. Sé sincero contigo mismo y con los demás: cuando muestras tus sentimientos de manera clara y verdadera, la conexión con los demás es más profunda y real.
  2. Practica: lánzate al ruedo en situaciones que sabes van a activar tu vulnerabilidad, solo así podrás practicar qué se siente expresarte tal y como eres.
  3. Pide ayuda: somos seres sociales y de una u otra manera, necesitamos la ayuda de los demás; mostrarnos como seres autosuficientes nos alejará de las personas y perderemos valiosos momentos de conexión y aprendizaje.
  4. Pide disculpas: si te equivocas, reconócelo; el orgullo nos hace invulnerables y también soberbios.
  5. Comparte tus sentimientos: no te estamos diciendo que le cuentes a todo el mundo tus problemas, solo que elijas tus personas de confianza para hacerlo; de ese modo, soltarás tensiones y encontrarás apoyo para solucionar distintas situaciones.
  6. Se selectivo: aprende a ser vulnerable selectivamente, no solo en los momentos que tú desees sino también, como lo dijimos antes, con las personas que tú elijas.

    Aprender a ser vulnerable toma tiempo y no se logra de un día para otro; crea un plan para desarrollar esta habilidad y úsala a tu favor para enfrentarte al mundo de la forma más resiliente